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T1. ¿Es la modificación del estilo de vida una intervención eficaz como tratamiento coadyuvante de la depresión en Atención Primaria de Salud?

1 de cada 10 personas sufren depresión. Y encima la tendencia va en aumento, sobre todo entre las edades más jóvenes.

¿Qué está pasando?

En el último siglo, la sociedad ha sufrido cambios tremendos. La mayor parte de la población de los países desarrollados goza de un bienestar y un creciente nivel de vida. Sin embargo, competitividad creciente, las desigualdades y el aislamiento social puede influenciar de manera negativa. También el estilo de vida moderno: dietas empobrecidas, sedentarismo, mala calidad de sueño y poca exposición a la luz del sol. Todo esto afecta negativamente al estado de ánimo.

¿En qué consiste mi investigación?

Hay amplia evidencia científica de que ciertos componentes de la dieta, como son las vitaminas del grupo B, el selenio, el zinc, el magnesio y los ácidos grasos poliinsaturados omega 3, etc., tienen una relación positiva con la mejora de los síntomas depresión. También la vitamina D, la cual la luz solar ayuda a sintetizar y las endorfinas y la serotonina que se libera al hacer deporte. También la regulación del ritmo circadiano cuando dormimos 8 horas diarias y con horarios estables y adecuados. ¡Y estos hábitos saludables no son solo beneficiosos para disminuir los síntomas depresivos!, sino que, además, alivian los de enfermedades cardiovasculares y reducen factores de riesgo como el sobrepeso o la obesidad.

Entonces, hemos hecho 3 grupos: 2 grupos de intervención y el grupo control (grupo que sigue con su tratamiento habitual por parte de su médica de cabecera pero que no participa en la intervención). De los 2 grupos de intervención, la única diferencia entre ellos, es que a uno les dejamos una pulserita (que monitoriza el ejercicio físico que hemos realizado y la calidad del sueño). A ambos grupos se le invita a participar en un programa de 6 semanas de duración en el cual se les va recomendar o pautar una serie de hábitos que tienen que incorporar en su día a día (además de una primera sesión de psicoeducación).

¿Resultados?

¡Próximamente!

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